Toma 1

"Tuve un déjà vu", pensaba Feliciano cuando miraba la avenida Tacna a través de la ventana del corredor, como siempre, repleta de gente.

‐"Vaya, ya han pasado más de 20 años", repasaba por su cabeza como si fuera un eco.

El sonido de los cláxones, los asoció con el de los gritos de las protestas que se vivían en los tiempos que cursaba la universidad, más aún, el momento cuando su vida cambió por completo.

Año 2019

Las mañanas en Lima parecían más raras de lo normal. Los ambulantes ahora competían sus puestos con extranjeros del país vecino que, en ese tiempo, estaba en crisis; los transeúntes tan indiferentes, lapidando al resto como simples adornos de las calles; pero San Marcos seguía igual que siempre:

-"¡¡Si no hay solución, la huelga continúa... Si no hay solución, la huelga continúa!!".

Los gritos de los estudiantes eran de temer, no muchos creían lo que podrían lograr unos jóvenes encapuchados por miedo a perder un tanto de terreno de su campus universitario. Inclusive la policía empezó a recelar el hecho de que aquella protesta terminaría con heridos, o peor aún algún muerto.

Dentro de la universidad, en lo más profundo de unas aulas en la facultad de mecánica, en lo que todo parecía tan tranquilo aparentemente, se encontraban Paquita, Orlando y Feliciano. No sabían ni por qué ni cómo habían llegado a ese lugar y ninguno conocía al otro. Recordaban pequeños fragmentos de lo que hacían ayer en sus casas pero todo tan borroso.

En un primer intento, tratan de abrir las puertas pero era en vano. Gritando por auxilio, oyen unos pasos acercándose hasta que alguien entra a la habitación…

Continuará la siguiente semana.